BRENDA ANAYATZIN ORTIZ

Líneas de azúcar | Plaza de la Constitución, Cuidad de México | 4 de julio, 2008

El espacio central del Zócalo de la Ciudad es el lugar donde acontecerá una representación gráfica y material del acto comunicativo, mediante una acción realizada simultáneamente por distintas personas.

Seis voluntarios del Seminario maniobrarán seis recipientes portátiles diseñados para almacenar y dispensar un hilito de azúcar teñida, con el que trazarán en el suelo líneas rectas o irregulares hacia los peatones que estén presentes en el área y que hayan sido invitados a unirse a la dinámica. De esta manera, se tornarán visibles las líneas intersubjetivas que constantemente se trazan entre nosotros, ofreciendo así la posibilidad de entablar una conexión entre sujetos aparentemente distanciados.

Los recipientes dispensadores tendrán la forma sintetizada de una lengua saliendo de una boca transparente, imagen que pretende hacer referencia al lenguaje y su poder comunicativo, y al mismo tiempo funcionarán como herramientas seductoras que animarán a los peatones a participar. La intervención tendrá una duración aproximada de cuatro horas.

Este es el texto con el cual le presenté el proyecto a Claudia Reyes, en ese momento subdirectora del Centro Cultural de España en México. Mis preocupaciones al escribir el planteamiento de esta intervención formaban un gran abanico de interrogantes que no sabía aún cómo resolver: ¿cómo hacer el cálculo de la cantidad de azúcar necesaria?, ¿y el diseño y producción de las lenguas dispensadoras?, ¿qué materiales podría usar?… Además, los permisos necesarios para intervenir el cuadrante más vigilado de la Ciudad de México parecían realmente difíciles de conseguir, sin olvidar la mayor incógnita de todas: ¿funcionaría la obra? ¿Y si nadie quería participar?

Después de resolver uno a uno cada paso del proyecto, con sus respectivas dificultades (incluyendo un cambio de fecha de última hora, ordenado por la Secretaria de Cultura del DF), se despejó finalmente la última interrogante el día en que se realizó la intervención. Con el apoyo de los compañeros del Seminario MM2 y MM3 echamos a andar las lenguas, desperdigadas por los cuatro puntos cardinales de la plaza. Lo sucedido rebasó por mucho mis expectativas: participantes de todas edades conversando y pasando de mano en mano las lenguas o el azúcar en cucuruchos, ocupando la plaza entera, que desde lo alto lucía como un gran pizarrón de concreto lleno de trazos de colores. La vista casi irreal de aquel dibujo colectivo duró varias horas hasta que, una vez agotado el azúcar, apareció un ejército de barrenderos dispuesto a borrar todos los trazos.

Agradecimientos: David Camargo, Gabriela Ceja, Alina Centeno, Mariana Galán, Xchel Gallegos, Amauta García, Daniel Godínez, José Miguel González Casanova, Alejandro Gómez Arias, Alfadir Luna, Rubén Maldonado, Nuria Montiel, Ricardo Acevedo, Claudia Reyes, Idaid Rodríguez, Lizbeth Rojano, Diego San Vicente, Laura Valencia y Antonio Vega.